Cuando el manga de One Piece se estrenaba en verano de 1997 en las páginas de la Weekly Shonen Jump de Shueisha, posiblemente pocos imaginarían que la obra se iba a convertir en el que posiblemente sea el manga más influyente y popular de la historia. La historia del joven Luffy en su intento por convertirse en Rey de los Piratas daba inicio de forma tímida, pero el valor de la amistad, su tenacidad, la combinación de brutalidad e inocencia que destila… hicieron que ganara fuerza rápidamente y calara en los corazones de muchos lectores que incluso hoy, más de 20 años después, todavía siguen la historia.
No fue hasta octubre de 1999 que daba inicio la adaptación televisiva animada de One Piece, y su éxito fue tal, que ¡todavía sigue en emisión! Con casi 930 episodios a sus espaldas y multitud de películas, tras más de 20 años en antena, estas semanas todos los fans del anime sienten un pequeño hueco en sus corazones debido a que la situación con la pandemia mundial del COVID-19 ha obligado a su equipo a tomarse una pausa. ¿Unas semanas sin One Piece? ¿En pleno apogeo del arco de Wano? Pues no hay mejor momento que este para volver un poco a los orígenes y recordar aquellos inicios de la serie con su primer arco: el arco de East Blue.
La idea del «pirata» clásico, ese corsario de los mares con malas maneras, agresivo, pendenciero y que solo busca riquezas, es la base de los piratas de One Piece, pero no para Luffy. Los «piratas» son compañeros que viven aventuras y cuidan de sus espaldas unos de otros, sin necesidad de ser malas personas, algo que será una tónica general durante toda la serie. Ante su inocencia, en su viaje, los primeros compañeros que logra no son precisamente trigo limpio, pero el carácter del joven hacen que todos caigan rendidos ante él y decidan acompañarlo en su viaje. Zoro era cazarrecompensas temido en todo East Blue al cual trabajar con alguien no le interesaba, Nami era una ladrona acostumbrada a cuidar de sí misma sin preocuparse por mirar atrás, Usopp era un mentiroso crónico… Pero todos se dejarán cautivar por el sueño de Luffy, por su brillante personalidad y su entusiasmo, y acabarán aceptando acompañarle para contagiarse de su sentido del compañerismo a la vez que lo considerarán un gran rival.
Los enemigos tampoco pueden faltar en todo este arco, y a Oda no le tembló el pulso a la hora de demostrar que sabía darles personalidad. Los tres más importantes de todo el arco son completamente diferentes entre ellos, pero todos igual de memorables: el inteligente y paciente Capitán Kuro, capaz de helarte la sangre con su fría mirada y a quien Usopp odiaría más que nadie; el neurótico y excéntrico Buggy, quien disfruta de dar un buen espectáculo cuando pelea; y el temible y cruel Arlong, el más poderoso enemigo de toda la primera parte de la serie y además personaje clave en la historia de Nami.
Aprovecha la pausa y disfruta de un anime que hizo y seguirá haciendo historia.